liderazgo justo

Liderazgo justo y Muy exigente y el Sistema de gestión

Suelo decir que, sin liderazgo, la calidad no florece. Puede ocurrir, pero será solo un destello, un accidente. Conviene recordar que la calidad no es un certificado, sino que tiene una finalidad. También defiendo la verdadera calidad, que a menudo se entiende de forma equivocada. Por eso, hoy he decidido hablar de la importancia de un liderazgo justo y muy exigente en el sistema de gestión de la calidad.

Hoy voy a explicar, aquí, cómo el liderazgo crea ese contexto para desarrollar un verdadero escenario de calidad. Conociendo el Anexo SL, el marco de alto nivel de la ISO, sabemos que hay un punto entero dedicado al liderazgo. Está muy bien explicado en ese artículo de Monise y quiero relacionarlo con la importancia de que el líder sea muy exigente.

La dirección es responsable del sistema de gestión de la empresa. Y aquí, olvidémonos de la certificación por un minuto y centrémonos en lo que realmente importa: la entrega de productos o servicios de calidad. (Te recomiendo que leas los dos primeros enlaces que he mencionado)

Compromiso

Los líderes muy exigentes y justos de los que hablábamos antes son la única manera de construir una organización que viva la calidad. El líder es responsable de las personas del equipo y de que éstas se comprometan con el resultado de sus acciones y, como es responsable del resultado del trabajo, debe ser muy exigente.

Un líder muy exigente nunca renuncia a los procesos, por ejemplo, porque sabe que es lo único que puede garantizar la repetibilidad necesaria para generar valor y promover mejoras continuas.

Centrarse en el cliente

El buen líder sabe que el enfoque en el cliente es la forma de generar valor de verdadera calidad. Sabe que los requisitos implícitos y explícitos son el camino hacia ese valor.

También sabe que la única garantía para que el negocio prevalezca es el AUMENTO de la satisfacción del cliente, eso es, el aumento y no el mantenimiento.

Política adecuada para un liderazgo justo

El equipo de liderazgo es quien debe definir la política de la calidad. Todo el equipo puede (y debe) ser escuchado, pero la dirección es la que debe encargarse de desarrollar y comunicar esa política. Y aquí cabe destacar que, además de ser comunicada por el líder, la política debe ser entendida por todo el equipo.

Aunque parezca un trabajo “administrativo”, se trata de dejar claro y dirigir la empresa en relación con la calidad. Esto es la definición de “cómo entendemos y vivimos la calidad por aquí”. Este aspecto desempeña un papel fundamental en la dirección de la empresa.

Responsabilidad y autoridad

El líder es responsable del resultado de su trabajo y su función principal es obtener resultados a través de su equipo. También debe asignar responsabilidades al equipo, garantizar la ejecución de los procesos y sus resultados, paralelamente nunca puede perder de vista al cliente.

También debe trabajar para garantizar que el sistema de gestión de la empresa esté intacto y que los cambios no afecten negativamente a la calidad de las entregas y, por tanto, al cliente.

El líder justo y muy exigente y el sistema de gestión

Para los que conocen o han leído los enlaces anteriores, se habrán dado cuenta que hablo de todo lo que debe hacer un líder según la ISO9001. Y, realmente, es mucho trabajo, de ahí el papel central del líder en la construcción de una calidad efectiva. Ésta, ayuda a la empresa a alcanzar los objetivos que se ha fijado.

Es curioso que mucha gente intente desconectar la buena gestión de los sistemas de gestión como la ISO9001 y, para mí, eso es imposible. La norma proporciona una gran orientación para un liderazgo eficaz.

Visto así, parece mucho para los líderes de la organización, ¿no es verdad?

¿Y los altos cargos?

Lo que no te he dicho es que todos estos puntos que he mencionado están recomendados en la ISO9001 para la alta dirección. Sí, pero ella puede definir a los responsables del desarrollo del trabajo, ese es su trabajo para gerenciar la empresa.

La alta dirección, de pie alrededor de una mesa, “exigiendo” cambios a la gente, no va a construir la calidad que el cliente espera, pero dirigir al equipo de una manera justa y muy exigente, sí.

Por eso, el primer líder justo y muy exigente de la empresa debe ser el presidente, o el director general CEO. Por lo tanto, esto debería extenderse a sus directores, gerentes y supervisores, y esto no difiere en nada con la ISO9001, sino al contrario.

Lo único que necesita una empresa es dirigir los esfuerzos de su sistema de gestión hacia la generación de valor, el cumplimiento de los propósitos y la construcción del futuro, y eso es realmente liderar una empresa.

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