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¿Qué es la ISO?

Muchas personas han oído hablar de la ISO, especialmente en entornos corporativos, pero ¿La gente sabe cuál es el significado de estas 3 (tres) letras y qué tan importantes son?

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¿Qué es la ISO y cuál es su función?

 La sigla ISO denomina a la International Organization for Standardization, es decir, Organización Internacional de Normalización. En otras palabras, es un medio de promover la normalización de productos y servicios, utilizando determinadas normas para mejorar la calidad.

¿Cuál es su objetivo?

 De acuerdo con la ISO 9001:2008, el objetivo es proporcionar un conjunto de requisitos que, bien implementados, generen una mayor confiabilidad y garanticen que la organización es capaz de proporcionar regularmente productos y servicios que satisfagan las necesidades y expectativas de sus clientes, y que cumplan con todas las leyes y reglamentos aplicables.
Para que una empresa reciba algún certificado de la ISO, debe implementar un proyecto de varias fases para garantizar que la implementación se realice correctamente. La implantación podrá ser realizada en cualquier empresa, desde que la misma se adecue a las reglas, eso la hace una candidata a certificado y más, es una garantía al cliente de que en aquel lugar, cualquiera que sea el servicio o producto ofrecido, la empresa utiliza las buenas prácticas de calidad.
Muchas empresas adoptan las normas de la ISO y las utilizan como buenas prácticas, incluso sin obtener la certificación, pues mucho más allá de tener un lindo certificado expuesto en la pared, es necesario validar los beneficios que una certificación puede traer. Más que necesario, se vuelve casi obligatorio. Preocuparse por ofrecer el mejor producto o servicio es ser gerente de tu propio negocio, y tener el pensamiento dirigido al éxito. Solo recordando: en contra queda el fracaso. Lo que determina el destino es el camino escogido hoy.
La ISO es una norma reconocida y vista con buenos ojos en todo el mundo, ha sido buscada por griegos y troyanos, por micro, pequeñas y medianas empresas, y también por las gigantes compañías del mercado. Normatizar no es volverse igual o perder la libertad, cuando se gana en calidad, se gana el poder de hacer bien lo que ya sabemos hacer.

El competidor al que hay que temer es el que nunca se preocupa por ti en absoluto, sino que va haciendo su propio negocio cada vez mejor.  (Henry Ford)

 

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